martes, 24 de agosto de 2010

Ahá, así es.

Nuevo trabajo
+
Parcial recuperatorio el miércoles
+
3 noches seguidas soñándote

=

Pico de estrés y melancolía

viernes, 20 de agosto de 2010

Hay días de alto contenido graso

Un día fatal. Lejos, lejísimo de ese día sospechosamente light de Andrés.
Sabía en parte, que una mañana que empezaba con una visita al dentista para que me arrancaran una muela de juicio que amenazaba con desordenar mis muchos años de odiosa ortodoncia, era el comienzo obvio de una jornada apestosa.
Esperé sin éxito el diferencial en la oscuridad de las 7 y 15. Y eso que estaba dispuesta a que me fajaran con un viaje de $4 sólo para ahorrarme unas cuadras y dormitar cómodamente en el viaje. Pero el colectivo se rehusó a colaborar con la causa. En su lugar, tuve que conformarme con el común E5.

Y con él, mi peor pesadilla se hizo realidad:

Ella.
Ella en el mismo colectivo que yo. Ella con su piel siempre tostada, bien arreglada, con sus botitas, su tapadito. Ella respirando mi mismo aire.
Ella.
La pibita odiosamente perfecta que consiguió al sujeto que fuera mi objetivo durante más de un 1 año, en la módica suma de sólo 2 meses. Obviamente, lo aclaro porque total ¿qué importa? Consiguió al chico que sigue siendo el motivo de mis borracheras melancólicas, mis sueños tormentosos y mi imposibilidad de evitar compararlo con cualquier otro bípedo masculino que aparezca.

Me arruinó el trayecto. Lo llenó de pensamientos que aturdieron mi cabeza. Por suerte era temprano y ni por casualidad la iba a tener que escuchar hablar por celular con su "gordi".
Hace más de un año que están juntos y desde que supe que ella vive a dos cuadras, tuve la sospecha de que esto iba a suceder tarde o temprano. Y bueno, pasó.

Fue como la corneja siniestra de Salicio. El pájaro de mal agüero. Todo lo demás que vino después siguió así:
La llegada tarde al odontólogo con el lógico retraso posterior de mi "cirugía". La extracción de mi muela de rinoceronte con su dolor inevitable. El regreso a casa y que me despertara el celular de forma chillona con UNA BUENA: empiezo a trabajar el lunes.

El pánico lógico de saber que rindo el miércoles y que todavía no terminé ni la unidad 2. El dolor de la no muela.
El idiota del chat que es... es un idiota, gatero, yyyy yyy ¡HOMBRE! Mi señora madre que me recordaba a los gritos que tenía que tomar más pastillas que mi abuela (por la gripe y la no-muela) y se enojaba porque obviamente yo no me acordaba, de hecho, ya se me pasó otra toma. Y los libros.
La unidad 2 de española que me está resultando pesadísima.

Y ESO. Y PUNTO.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Palabras de afecto para tu novia

Me cago en vos y en tu vida perfecta.
Y no es resentimiento.
No.
Bueno, sí.

martes, 3 de agosto de 2010

Quenuncatepase!!!!

jaja, nunca pensé que fuera capaz de caer en ésta.
me cambia, literalmente, me modifica el día, un pelotudo con el que vengo chateando hace 3 meses o más.
Pobre de mí, pobre de él, ¡nos damos explicaciones como si tuviéramos una relación!

Pero que nunca te pase, que le terminaste diciendo al sujeto que te interesaba salir a tomar algo con él -rojismo facial aparte- le tiraste toda la buena onda que pudiste, y el tipo no sólo que se hizo el sorprendido [síclarohijodeputa,mecontastetodatuvidachateandohastalas3delamañana
semanasenterasperonotedistecuenta!?!?], sino que NO TE INVITÓ NI A TOMAR MATE!

y digo yo, está lleno pero LLENO de salames el mundo eh?


miércoles, 28 de julio de 2010

Manifiesto mi cansancio

Yo siempre intento evitar herir susceptibilidades con lo que digo, lo intento aunque no me sale al 100%. Pero lo hago porque respeto al otro.
Pero resulta, que no todos me respetan a mí de igual manera.

Abrimos la mente, asentimos y admiramos lo foráneo, las costumbres de otros, lo demasiado extraño y decimos que hay que ser más comprensivos con el otro porque es una "cuestión cultural". Podemos bancarnos un mundial entero con el tormentoso ruido de las Vuvuzelas porque son una costumbre de los africanos, aún cuando perjudicaron a los que jugaban y a los que estaban en el estadio.
Pero resulta que ante mis creencias y las de otras millones de personas, vienen y se nos cagan de risa.

Yo soy católica, creo en Dios, Jesús, el Espíritu Santo, la Virgen y su virginidad, los santos y en muchos curas que predican y profesan su fe de una manera inigualable.

Como institución humana y milenaria que es, reconozco que la Iglesia ha cometido atrocidades, muchos errores. Creo que habría que castigar a más de uno de los que están ahora, y seguir pidiendo perdón por aquellas veces que en pos de evangelizar, se mató. Y hasta revisar el dogma del celibato, digo no todo el que quiere predicar se lo banca, hagamos una distinción entre el que pueda y el que no, y ESTAMOS. También soy consciente de la intromisión en cuestiones del Estado, que con el tiempo habrá que ir cortando.

Pero también sé del testimonio de fe de miles de personas, de los milagros, de los grosos como como Juan Pablo II, Juan XXIII, San Juan Bosco, la Madre Teresa de Calcuta, y tantos pero tantos otros que han aportado mucho más que un granito de arena por el "bien" de esta desastrosa Humanidad.

Entonces no me vengan a mí con esa crítica nefasta, que no deja espacio para el disenso. No quiero volver a tener un profesor que en primer año de un secundario se ría y diga "todos sabemos que la virgen de santa y virgen no tuvo un pelo", ni quiero volver a leer que "todo cura por definición es pedófilo" porque la próxima, respondo con la misma violencia verbal con la que se están dirigiendo a mí y a mi fe.

El que no quiere creer no crea, está todo bien, pero dejen al que tiene Fe en paz, Y VICEVERSA!



domingo, 18 de julio de 2010

De las rarezas citadinas.

Ya se hacía tarde, muy. El N5 no quería llegar más, estaba frío y mis neuronas saturadas. Era mediadios de junio por lo tanto tenía el cerebro repartido entre todas las materias que cursé y eso era evidente en mi blanquecina cara de muerta y en esas ojeras dignas de un Zombie.
Delante de mí, había una parejita muy amorosamente feliz. Tanto, que el sujeto masculino no sólo que no soltaba a su víctima, sino que todo su ser se inclinaba impiadosamente hacia adelante sobre la parte inferior delantera de su amada: sí, sin problemas, sin disimulo la apoyaba en público.
Atrás, había otra parejita pero en una situación diferente. Distantes. Él intentando hacer pasar el enojo de su chica, se paseaba alrededor de ella y trataba de abrazarla. La cara de ella no cambiaba, no mejoraba. Él entonces, seguía actuando a lo meloso, incansablemente.
Y yo estaba en el medio de los 4. Y estaba muy cansada. Y muy incómoda.

Escuchaba música y tenía la mirada perdida, pero lo vi acercarse. Un cincuentón, trajeado, con maletín en mano y unos ojos raros. Vino con total determinación hacia mí, pensé que quizá me iba a preguntar la hora. Pero no.
Se frenó y al inclinarse para que lo escuche bien, me disparó:

"Inútil es intentar olvidar, aquel amor que todavía causa angustia."

Y casi me largo a llorar. Casi.

viernes, 25 de junio de 2010

hello migo.

Les mentí a todos.
Les mostré lo que quise ser y no era. Fui pero no. ¿Es que acaso, quise ser ese ser?
En el fondo lo sabía, y sin embargo... Sospechaba que la estaba errando mal, iba caminando chueca, siguiendo un rumbo que iba a tener que deshacer tarde o temprano.
No sé si la peor parte fue el haberme mentido a mí misma. Tal vez fue necesario para llegar a este hoy un poco más certero y acorde a mi ser, a lo que creo, a lo que disfruto.

Cuesta.
Pero creo que se puede. Y que no sé tanto si se trata de deshacer lo ya hecho, lo ya dicho, lo ya pensado.
Contradecirme. Desdecirme.

No. Ése no es el punto.

Te digo más, el punto es éste.

Este en que me doy cuenta que les mentía, que me mentía, que ya no había nada de mí en esa persona y que ahora sí, soy yo otra vez.
Y que si les cuesta entenderlo, está bien porque a mí no me fue fácil tampoco, pero acá estoy, dispuesta a arrancar, a re-comenzar, tomando aquello de la ficción que me sirvió para mi autodesarrollo, para mi encuentro con-Migo.
Porque me costó mares llegar.
Pero llegué,
y ése es el punto.

viernes, 4 de junio de 2010

"Le gustaba decir que aquel amor había sido el fruto de una equivocación clínica..."

El título se lo debo a García Márquez.

Presiento que me debía esto. No sé si sirva de algo, pero ya es hora de asentarlo en una hoja, aunque sea virtual. Tampoco sé si en esto tenga algo que ver el superyó... sospecho que sí, porque se empeña en estar presente en todo lo que me pasa. El hecho es que necesitaba descargarme y acá voy.

Hace un par de semanas lo volví a ver. Después de varios meses, nos cruzamos en el medio de una multitud tan enorme que era imposible encontrar a alguien aún si uno se esforzaba y lo planeaba meticulosamente.
Un rato antes de salir para allá, me enteré que él también iba (esto del facebook...) Y dentro de mí lo supe. Era obvio. Como no tenía así ni un poco de ganas de verlo, como cada vez que lo veo me produce esa sensación tan fea, y como su presencia me hace mal, me lo iba a encontrar. Era obvio.

Y a pesar de la obviedad, cuando de lejos lo vi, yendo para el lado contrario al que iba yo (para variar) por un minuto pensé que eso ya era mucho. Nos saludamos, conversó más con mi amiga que conmigo por supuesto, me hizo una especie de chiste y seguimos caminando cada cual para su lado.
Volví a casa y le conté a una amiga sobre la casualidad. Ella me dijo que ese tipo de cosas le encantaban, que le parecían "mágicas". Y yo no pude decirle otra cosa: "para mí, son putas casualidades. Son momentos indeseados."
Me preguntó por qué, si realmente era para tanto. Y me di cuenta de que ni yo tenía muy claro los motivos. Así que me puse a contarle algunas partes de la histeria, digo historia, que hubo entre él y yo. Y resultó ser que después me colgué sola. Me fui a dormir pensando en cómo realmente me había modificado una historia que no pasó.
Y pensé en una de esas frases que se hartaron de repetir durante el cursillo hace como 5 años: "todo comunica, aún cuando no haya deseos de hacerlo". Y la modifiqué en mi cabeza,la reformulé de una manera quizá no muy lógica, pero que para mí tuvo sentido. Todo lo que mueve nuestros sentimientos, nos marca, aún cuando esos sentimientos no fueron correspondidos en concreto. Aún cuando en realidad, no pasó nada.

Lo curioso es que las cuentas pendientes duelen de una manera jodidísima, son como una basurita en el ojo, no es que no te dejen ver ni seguir con tu vida, pero hasta que no te las sacás del todo, son imposibles de ignorar... y en el peor de los casos hasta te pueden lastimar en serio.
No digo que éste sea ese caso particular, no creo que él sea como una úlcera, pero la verdad que habiendo pasado tanto tiempo ya hasta me da bronca que las cosas no se hayan cerrado. Y pienso y repienso, y es hora de que lo diga. Porque este chico que no fue, sí fue por el contrario muchas otras cosas que es tiempo de nominar:
Fue el que me hizo sentir que no entendía nada. Fue el que sacudió mis pocas seguridades, porque son escasas las veces en que me doy cuenta de que alguien siente algo por mí, y podría hasta discutírselo a él mismo, sé que me quiso.
Y eso fue lo peor de todo: saber que me quiso y que no hizo nada.
Fueron muchas las situaciones límite, los momentos raros en que me daba cuenta que sí, que me quería, no había dudas. Y sin embargo, le faltaba el final final,nunca lo puso en palabras ni actuó en consecuencia.
Él fue el que me dejó pagando, y totalmente mal parada. Y no me digan que tendría que haber actuado yo porque no podía. Porque también estaba ella en el medio y yo no podía ignorar que era su ex y era mi amiga. Y ella, que hablaba de él como su propiedad aunque ya hubieran pasado años de esa historia de nenes que ni siquiera presencié, me frenaba. [ahí estás superyó, vos y tus códigos amistosos]

Fue él entonces también, el motivo que quebró una amistad porque nunca se lo pude contar. Nunca tuve el valor de decirle: che, vos sabés que estuve re contra enganchada con tu ex? Y aunque vos hayas pasado por otros amores, siempre hablabas de él y me daba cosa, qué sé yo, estaba esperando que se la juegue por mí y eso no pasó. Encima, ja! volvió a estar con vos... sí ya sé, borracho, vos también. Pero encima eso... no sólo que no se la jugó por mí, sino que en mi cara hizo todo lo contrario.
Y ahí fue cuando un alguien que "no fue nadie", me reventó el orgullo, los sentimientos, las pocas ganas que me quedaban de quererlo después de varios meses sin que se decidiera a dar un paso al frente.
Fue el que me cambió por otra en mi cara.

Es quizá, una de mis frustraciones más enormes. Y supongo que en ese estado va a permanecer por lo menos, por mucho tiempo. Porque siendo franca conmigo misma, yo sé (hoy, y hace mucho tiempo que me di cuenta) que no tenemos nada en común. Tengo clarísimo que no es mi tipo, que no me interesa estar con él en sí, que no es para mí ni yo para él.
Hoy no es más que una maldita cuenta pendiente. Una pesadilla recurrente. Y creo que la única manera de terminar eso que no empezó, sería con una charla sincera, en que por una vez en su vida se animara a decirme: mirá sí, me pasaba tal cosa con vos, pero por tales motivos no pasó nada entre los dos. Eso es todo, necesito una explicación.
Mientras tanto, mis inseguridades van a seguir ahí, tambaleándose.

domingo, 30 de mayo de 2010

Es venganza?

Sabé que esto no va a quedar así. Estoy regular en la materia, regular!! y todavía no entiendo por qué demonios me sigo esforzando en este práctico que funciona como segundo parcial.
Sí ya lo sé, ahora entiendo, me reviento los ojos, la espalda, no duermo, muero de cansancio, y todo es por tu culpa.
¬¬ apestás superyó.

Round II: mi hermano, el jodido.

Una de las cosas con las que más me rompe la paciencia Superyó, es con el tema de la familia. No me malinterpreten, en esto tuve suerte, bastante podría decirse. Formo parte de un núcleo lo suficientemente funcional y sano como para no tener muchos motivos de queja.
Tengo a mis viejos casados hace poco más de 25 años, con un amor muy grande que se renueva con el tiempo (una de las pocas razones por las que todavía creo en el amor), y poseo además, una familia enorme, donde la mayoría, más allá de sus cosas, me resulta querible.
El asunto es que desde que José Hernández, a través del entrañable Martín Fierro nos dejó uno de sus más célebres consejos:

"Los hermanos sean unidos,
Porque ésa es la ley primera.
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea-
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de ajuera."

...un poco que me complicó la existencia...

Sucede que no soy nada que ver con una de las personas que nació del mismo vientre que yo, que creció en mi misma casa, con iguales padres y bajo idénticas reglas.
Es increíble, pero la naturaleza, el curso de la vida, Dios santísimo, el Destino, como lo quieran llamar, a veces te termina convirtiendo en el polo opuesto de aquel que nació 2 años y medio antes que vos. Y creáme que eso no suele ser muy agradable.

Pero así es la vida, no? llena de contradicciones, y uno de ellas es ésta. Lo querés, bah, lo quiero, lo amo con todo mi corazón fraternal, pero NO LO SOPORTO!
Somos radicalmente opuestos: él, todo ingenieril y cuadradístico, no conoce otra cosa que no sea blanco o negro. Él, que no parece dudar del orden del universo ni de nada, seguramente jamás abriría un blog para charlar consigo mismo.
Él, que tiene graciosamente internalizada cierta jerarquía idiota, cree que por ser el mayor más de una vez te puede mandar a callar, porque no podés cuestionar su autoridad de "fraternus mayoris". Sí sí, lo tenés que Respetar.
No digo que sea mala gente, ni mucho menos que yo sea mejor que él, porque eso claramente no es así. Mi hermano es un buen tipo, de buena madera, gran corazón y nobles sentimientos. Pero es jodido, y la "prueba" de ello quizá, es que no es un sujeto demasiado sociable, ni de muchas pulgas. Es como si no tolerara los errores ajenos... No da muchas vueltas, si lo cagaste una vez, si lo desilusionaste: "ya está, es un boludo. Gracias, no vuelva NUNCA."
No me cabe duda, de que esa forma de ser tan tajante puede tener más de un beneficio, ya que por ejemplo no se hace problemas con la gente... cosa que quien escribe sufre desde que tiene noción de la amistad.

Tiene muchas cualidades, no obstantepadece del síndrome del mayor. No sé si es una teoría, no sé siquiera si los psicólogos me avalarían, pero estoy casi segura de que es un síndrome extraño. Porque habiendo nacido en una casa donde la palabra "respeto" es ineludible, tiene ese no sé qué egoísta que no le permite a veces darle paso a la razón, a la empatía, a ese ponerse en el lugar del otro como para entender que no puede estar al mando del control remoto de la TV con el volumen al máximo mientras además juega algún jueguito de la PC o trabaja con su complejísimo Auto-Cad. Se le nubla la lógica y te saca a las puteadas, cuando vas a las 3 a.m a decirle que baje el volumen de la guitarra eléctrica porque lo escuchás hasta en tu pieza que queda en planta alta y varios metros alejados de la suya, así que no te podés siquiera imaginar el odio que le debe tener la viejita del al lado.

El tipo es duro. A veces me recuerda a Manolito de Mafalda, con su cabeza de piedra, con su noción reducida de lo que es una carrera útil: aquella que dé plata. Con su "yo no voté nunca porque no figuro en el padrón y no es problema mío". Qué sé yo.
No sé quién tiene la culpa, probablemente mis abuelos y mis viejos que lo malcriaron esos 2 años y medio en que fue primer nieto y primer hijo varón.
En realidad, si soy totalmente franca, tal vez no haya culpas, porque teniendo en cuenta que nadie en concreto te puede decir "así está bien, así está mal", para él, y quizá para muchos más, yo soy como NO se debería ser.

La cosa es que bueno, hoy te gano yo Superyó, porque lo digo y lo reafirmo aunque me digas que está mal. No me banco a mi hermano. No lo aguanto. No me puedo obligar a llevarme bien con él. Y sí, soy una hija de puta pero me siento aliviada de que se haya vuelto a Tucumán, donde probablemente se quede laburando y siendo feliz junto a mi cuñada divina. Sí, hay una mujer que es capaz de amarlo y soportarlo, así que aún más contenta me siento.
Sí, puede que parezca una forra, pero la verdad de la mayonesa es ésta y es mejor asumirlo, para que así, pueda quererlo igual, defenderlo cuando le critiquen todo lo que yo acabo de criticar, y dar mi vida por él si es necesario.

Porque entendiendo todo esto, es como creo que me acabo de recibir de hermana.

viernes, 28 de mayo de 2010

Primer Round

Hace poco menos de un mes leí por primera vez la tan renombrada obra teatral de Shakespeare, "Hamlet". Más allá del obvio disfrute ante semejante tragedia, de la risa cómplice que se me escapaba con las ironías del protagonista, y de lo absorta que me dejó ante ciertos planteos, hubo algo que quedó en mi cabeza circulando, y fue una de las frases más importantes pronunciadas por Hamlet que expresa el sentimiento shakespereano general:

"The time is out of joint"
o
"El tiempo está fuera de quicio".

Claro está, que la expresión que no sólo se refiere a un tiempo cronológico, sino también a una concepción de un mundo enloquecido. A la ausencia de certezas. En criollo, Hamlet nos dice "Esto es un quilombo".

El teatro Isabelino que enmarca a Hamlet, es uno muy particular sobre todo porque está atravesado por tensiones de todo tipo. La obra shakespereana forma parte de una época de transición, lo que motiva una fusión de características antagónicas que en otro tiempo hubiera resultado impensada. Como lo cómico en lo trágico, la locura cruzada con la cordura, la verdad manipulada, etc.
Por eso Hamlet es el personaje que duda, que no sabe bien a dónde está parado. No sabe si tiene que hacerle caso al Espectro de su padre y vengarse, o si tiene que dejar que las cosas sigan su curso.

Yo me lo imagino a William como tirado por dos caballos de un brazo y del otro, un cuasi Tupac Amaru (sin la parte sangrienta, obvio). Me imagino que el tipo estaba todo el tiempo pensando y repensando: ¿es tan especial el hombre como dicen estos humanistas que con su raciocinio puede elegir la mejor opción? ¿o es más bien una bolsa de estiércol que jamás logra superar la predistinación Divina tal y como reza Calvino?

Pobre! mirá que ir a nacer un tiempo después de la Reforma Protestante JUSTO cuando los humanistas la empezaban a contradecir...

Salvando toooodas las distancias con esta época, huelo que nos está pasando algo similar. O por lo menos yo me siento así, ahí, en el medio. Como si no pudiera lograr un equilibrio, transitando por la cuerda floja de las tendencias catalogadas como "progres" que me resultan entendibles, humanitarias, pero que a veces me chocan.

Y chocan sobre todo con mi querido "superyó".

Nuestra moralidad más impoluta, nuestros padres hablando y señalando, EL RESPETO-EL RESPETO-EL RESPETO. La idea básica -y tan jodida de aplicar para muchos-, de que nuestros derechos se terminan ahí, donde empiezan los de los otros.

Atravesada por contradicciones. Yo, la veintiañera clasemedia, hija de padres conservadores, pero no por ello mala gente (porque ahora resulta que conservar parece ser signo de dinosaurismos negativos, y eso no es así, no por lo menos necesariamente).

La que va a misa porque cree, no por tradición o caretaje, y que sin embargo a veces tiene que bajar la cabeza cuando la Iglesia como institución mete la pata hasta el fondo. La que siempre fue responsable y se tomó seriamente la vida. A veces demasiado seriamente. La muy madura para la edad, que se hartó de darse la cara contra la pared al ver que las cosas no eran tan como a ella le parecía que tenían que ser.
Porque nada es lo que parece, todo es cuestionable, no existe UN concepto de lo que está BIEN. No hay certezas de nada. Y ahí, cortocircuito con Mr Superyó.

Un verdadero problema, estás como un salmón nadando contra la corriente y de pronto retomando el curso de los demás... Nunca sabés si lo que creés correcto al final te va a hacer sentir para el orto. Das más vueltas que una calecita cuando tenés que tomar una decisión para vivir. porque como te digo, no sabés si te vas a equivocar a o no. Y te quedás.
Quieta, paralizada, contemplando las opciones, sabiendo que siempre una partecita está mal. Y te callás. ¿O te calló?

¿Qué voy a hacer con vos, superyó? Nos peleamos a cada rato, en discusiones encarnizadas, y nunca pero nunca llegamos a una conclusión. Y vamos por la vida sintiéndonos incómodos vos y yo. Como si siempre estuviéramos en posición adelantada, offside, fuera de juego. ¿qué vamos a hacer,
vos y yo?